Un estudio de seis años de duracion efectuado en la Universidad de Copenhague, sobre 4.573 personas produjo interesantes resultados sobre los efectos de las discusiones, conflictos y relaciones alteradas, en el riesgo de infartos.
El estudio fue publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health.
Este trabajo demostró que quienes tenían roces y fricciones frecuentes con la pareja, con los hijos, con los vecinos podían dañar la salud del corazón.
El riesgo de sufrir angina de pecho aumentaba hasta en un 60% entre quienes regularmente se peleaban con algunos miembros del vecindario. El dolor torácico, la sensación de sofocamiento y opresión aguda podia aumentar cuando existian discusiones frecuentes con la pareja.
Una situación similar ocurre con las demandas de los seres queridos o las graves preocupaciones que les afectan, posiblemente por el componente emocional que esas preocupaciones conllevan.
El mecanismo parece ser el siguiente: cuando las personas discuten o se sienten exigidas por sus cercanos, las glándulas suprarrenales liberan adrenalina, una hormona que genera estrés en el organismo. La acción de la adrenalina aumenta la presión arterial y el ritmo de trabajo del corazón.
Este interesante trabajo es una demostración adicional, para el prevencionista, de la necesidad de estudiar de forma integrada los procesos de riesgo biológico y los de riesgo social, más que crear una falsa dicotomía entre ellos.
Por su parte, la tarea del psicólogo que trabaja en prevención de riesgos laborales, es entregar la tecnología conductual disponible para atemperar estas reacciones o gestionar las provocaciones sociales de manera inteligente, regulando las emociones, especialmente las negativas. Es decir,hay dos formas de controlar los nocivos efectos de un suceso de estas características: a) mejorando las habilidades sociales de las personas, por ejemplo, aumentar sus competencias críticas (no blandas), para enfrentar los roces sociales o las demandas excesivas, y b) emplear técnicas de entrenamiento de las emociones. Estas estrategias, entre otras dirigidas a elevar el autocuidado a través del autocontrol conductual, se encuentran en el Método PREMAC.
Para consultas sobre esta metodología puede dirigirse a: capacitacion@persist.cl
sábado, 25 de diciembre de 2010
martes, 14 de septiembre de 2010
La Prevención, ¿una ilusa ilusión,… ilusionista?
Una reflexión redactada y amablemente compartida por,
D. Manuel Bestratén
Ingeniero Industrial
Centro Nacional de Condiciones de Trabajo del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, (INSHT) de España
En primer lugar quiero felicitar a mis amigos que han puesto en marcha este blog en el que poder intercambiar ideas y experiencias. Con mis mejores deseos, ahí va este primer artículo que me invitan a escribir sobre la ilusión en Prevención. Lo escribo rodeado de mis naranjos que dentro de tres meses me regalarán su rico fruto y que me acompañará hasta abril, en que volverán a florecer. Ahora son del tamaño de una pelota de ping pong y de un color verde brillante. Esperaré pacientemente la maduración, pero no dejaré de darles periódicamente nutrientes de mi fosa séptica, de regarlos, y de poco más. No uso tratamientos químicos comerciales; bueno, expulso a las plagas con un agua jabonosa que me formulo. Se la podré contar confidencialmente si realmente les interesa. Todo requiere de sus estrategias.
Hace ya unos años, cuando estaba en un funeral me encontré a un amigo prevencionista, que había dejado la profesión y que ahora estaba dedicado al mundo de la política y de los negocios. Al comentarle mis últimas experiencias profesionales, me dijo: …Manel, .es que eres incombustible! He de reconocer que por el tono de voz en que me lo dijo, me pareció que consideraba que mi ilusión por la prevención era algo más bien propio de ilusos. Mi esposa y mis amigos de confianza me hicieron recuperar de lo que creía casi un insulto para convertirlo en un piropo; porque en el fondo, todos sabemos que incombustible es la máxima resistencia de un producto ante el fuego, ¿no? Y es que en esta vida hay que estar muy bien preparado para resistir todas las adversidades con las que hemos de enfrentarnos. Y en nuestro caso, nada más y menos que la de crear cultura preventiva, cuando ésta, en general no existe. Y lo que está claro, por competentes que seamos, dioses no somos y el don de la creación no nos ha sido en principio dado.
Pero hemos de reconocer, que aprender a sortear las dificultades y poner nuestro ingenio al servicio de las personas para mejorar las organizaciones con lugares de trabajo más saludables y eficientes, y la satisfacción compartida de los logros alcanzados, tiene algo más que encanto. Nos despierta las motivaciones más profundas, aquellas que dan trascendencia y sentido a nuestras vidas. Porque, ¿puede haber algo más hermoso que trabajar para que otros trabajen y vivan mejor? Bueno, bastantes podrán pensar que ahora sí que soy un iluso, ya que en esta sociedad occidental se han empeñado en convencernos que hay que separar el trabajo y el ocio, y es en este último, donde parece ser que se ha de encontrar el placer, y por supuesto, consumiendo. ¡Cuan craso error! Aunque sean mayoría absoluta los que realmente en este mundo injusto trabajan en condiciones indignas para mal vivir, el trabajo puede y debería ser fuente, no sólo de desarrollo personal, sino también de diversión y placer. Ahí está el reto de los profesionales de la prevención que nos sentimos comprometidos; fortalecidos de nuestros fracasos y de nuestros éxitos, y también de los de los otros –por modestos que sean unos u otros-; y sobre todo, ilusionados por seguir creyendo que con las estrategias adecuadas, habilidades, y la cooperación de profesionales de otras disciplinas afines podemos y sabemos como cambiar las organizaciones que quieran acompañarnos en nuestro empeño.
¿Y es que sin convicción e ilusión se puede cambiar algo en la vida que afecte a los demás? Amigos, si no generamos emociones con un proyecto ilusionado y compartido que entre por los ojos, no hay cambio posible, ni en nuestras vidas ni en la vida de quienes convivan con nosotros, sea en casa o en el trabajo. Tampoco se trata de convertirnos en ilusionistas, decepcionaríamos pronto.
Suelo decir que los buenos prevencionistas tenemos muchos adjetivos que empiezan por P. Somos Profesionales, para estar continuamente aprendiendo; Precavidos, Prudentes, Pacientes y Perseverantes, para perseguir nuestros objetivos sin desfallecer, sabiendo esperar que la fruta madure a su tiempo, no antes, por más que reguemos, pero eso sí, sin dejar de hacerlo; Pragmáticos, basándonos más en la acción y en los hechos que en las palabras; Proactivos, anticipándonos a los acontecimientos exitosos para que cuando lleguen, nosotros seamos parte de ellos. Les invito a seguir buscando adjetivos con P para hacerlos nuestros y los compartimos. Pero hay dos P que me parecen esenciales, la de ser Positivos, ya que los pesimistas y negativos no cambian nada y la de ser Pasionales en todo lo que hagamos, pues las emociones son las que realmente movilizan a las personas. Eso sí, cuidándonos la salud, sin agotarnos por el camino, ya que este puede ser arduo y largo; pero también les diré que hay atajos y sendas alternativas. Algo que escribió Antoine de Saint-Exupery para reflexionar dice: “El mundo entero se aparta cuando ve pasar a una persona que sabe adónde va”. Si me permiten añadiría ¿y es que nuestros fines no son suficiente nobles y necesarios en un mundo que los reclama a voces?
Queridos lectores, los vientos siguen siendo favorables, a pesar de las vicisitudes que nos embargan, como la profunda crisis económica internacional en la que estamos inmersos, debida a una falta de prevención. Pero también nos da pistas claras de nuestros errores y del horizonte que ha de guiar a las empresas para que pervivan. Es imprescindible construir un nuevo modelo de producción en el que los trabajadores dejen de ser un recurso para convertirse en claro objetivo empresarial. Son muchas las empresas que ya andan en esta dirección.
Antes, solo nos escuchaban los trabajadores, que nos remitían con razón a que habláramos con sus jefes. Ahora son también los empresarios con valores los que nos escuchan, e intuyen que podemos serles útiles. Ayudémosles a que lo descubran. En este proceso de descubrimiento que cuido que se produzca en las organizaciones a mi alcance, y en el que suelo hablar poco de obligaciones reglamentarias y más de indicadores empresariales de eficacia, utilizo y recomiendo el Modelo de Excelencia empresarial EFQM, que nos permite conocer la cultura de empresa en la que nos encontramos. Pues bien, este Modelo de evaluación de la Excelencia en términos de sostenibilidad empresarial, en su profunda revisión de este año 2010 ha incorporado de manera transversal y con especial énfasis la prevención de riesgos laborales y la atención a las personas y sus condiciones de trabajo.
Tal Modelo de aplicación universal nos debe ayudar enormemente a diagnosticar dónde estamos, a marcar juntos un futuro, y a medir el éxito del proceso de cambio con nuestro aporte preventivo. Creo que habríamos de celebrarlo.
Ah! Y perdonen el juego de palabras del título. No somos ni ilusos ni ilusionistas, simplemente somos prevencionistas ilusionados, aunque muchos todavía no sepan muy bien a lo que nos dedicamos.
D. Manuel Bestratén
Ingeniero Industrial
Centro Nacional de Condiciones de Trabajo del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, (INSHT) de España
En primer lugar quiero felicitar a mis amigos que han puesto en marcha este blog en el que poder intercambiar ideas y experiencias. Con mis mejores deseos, ahí va este primer artículo que me invitan a escribir sobre la ilusión en Prevención. Lo escribo rodeado de mis naranjos que dentro de tres meses me regalarán su rico fruto y que me acompañará hasta abril, en que volverán a florecer. Ahora son del tamaño de una pelota de ping pong y de un color verde brillante. Esperaré pacientemente la maduración, pero no dejaré de darles periódicamente nutrientes de mi fosa séptica, de regarlos, y de poco más. No uso tratamientos químicos comerciales; bueno, expulso a las plagas con un agua jabonosa que me formulo. Se la podré contar confidencialmente si realmente les interesa. Todo requiere de sus estrategias.
Hace ya unos años, cuando estaba en un funeral me encontré a un amigo prevencionista, que había dejado la profesión y que ahora estaba dedicado al mundo de la política y de los negocios. Al comentarle mis últimas experiencias profesionales, me dijo: …Manel, .es que eres incombustible! He de reconocer que por el tono de voz en que me lo dijo, me pareció que consideraba que mi ilusión por la prevención era algo más bien propio de ilusos. Mi esposa y mis amigos de confianza me hicieron recuperar de lo que creía casi un insulto para convertirlo en un piropo; porque en el fondo, todos sabemos que incombustible es la máxima resistencia de un producto ante el fuego, ¿no? Y es que en esta vida hay que estar muy bien preparado para resistir todas las adversidades con las que hemos de enfrentarnos. Y en nuestro caso, nada más y menos que la de crear cultura preventiva, cuando ésta, en general no existe. Y lo que está claro, por competentes que seamos, dioses no somos y el don de la creación no nos ha sido en principio dado.
Pero hemos de reconocer, que aprender a sortear las dificultades y poner nuestro ingenio al servicio de las personas para mejorar las organizaciones con lugares de trabajo más saludables y eficientes, y la satisfacción compartida de los logros alcanzados, tiene algo más que encanto. Nos despierta las motivaciones más profundas, aquellas que dan trascendencia y sentido a nuestras vidas. Porque, ¿puede haber algo más hermoso que trabajar para que otros trabajen y vivan mejor? Bueno, bastantes podrán pensar que ahora sí que soy un iluso, ya que en esta sociedad occidental se han empeñado en convencernos que hay que separar el trabajo y el ocio, y es en este último, donde parece ser que se ha de encontrar el placer, y por supuesto, consumiendo. ¡Cuan craso error! Aunque sean mayoría absoluta los que realmente en este mundo injusto trabajan en condiciones indignas para mal vivir, el trabajo puede y debería ser fuente, no sólo de desarrollo personal, sino también de diversión y placer. Ahí está el reto de los profesionales de la prevención que nos sentimos comprometidos; fortalecidos de nuestros fracasos y de nuestros éxitos, y también de los de los otros –por modestos que sean unos u otros-; y sobre todo, ilusionados por seguir creyendo que con las estrategias adecuadas, habilidades, y la cooperación de profesionales de otras disciplinas afines podemos y sabemos como cambiar las organizaciones que quieran acompañarnos en nuestro empeño.
¿Y es que sin convicción e ilusión se puede cambiar algo en la vida que afecte a los demás? Amigos, si no generamos emociones con un proyecto ilusionado y compartido que entre por los ojos, no hay cambio posible, ni en nuestras vidas ni en la vida de quienes convivan con nosotros, sea en casa o en el trabajo. Tampoco se trata de convertirnos en ilusionistas, decepcionaríamos pronto.
Suelo decir que los buenos prevencionistas tenemos muchos adjetivos que empiezan por P. Somos Profesionales, para estar continuamente aprendiendo; Precavidos, Prudentes, Pacientes y Perseverantes, para perseguir nuestros objetivos sin desfallecer, sabiendo esperar que la fruta madure a su tiempo, no antes, por más que reguemos, pero eso sí, sin dejar de hacerlo; Pragmáticos, basándonos más en la acción y en los hechos que en las palabras; Proactivos, anticipándonos a los acontecimientos exitosos para que cuando lleguen, nosotros seamos parte de ellos. Les invito a seguir buscando adjetivos con P para hacerlos nuestros y los compartimos. Pero hay dos P que me parecen esenciales, la de ser Positivos, ya que los pesimistas y negativos no cambian nada y la de ser Pasionales en todo lo que hagamos, pues las emociones son las que realmente movilizan a las personas. Eso sí, cuidándonos la salud, sin agotarnos por el camino, ya que este puede ser arduo y largo; pero también les diré que hay atajos y sendas alternativas. Algo que escribió Antoine de Saint-Exupery para reflexionar dice: “El mundo entero se aparta cuando ve pasar a una persona que sabe adónde va”. Si me permiten añadiría ¿y es que nuestros fines no son suficiente nobles y necesarios en un mundo que los reclama a voces?
Queridos lectores, los vientos siguen siendo favorables, a pesar de las vicisitudes que nos embargan, como la profunda crisis económica internacional en la que estamos inmersos, debida a una falta de prevención. Pero también nos da pistas claras de nuestros errores y del horizonte que ha de guiar a las empresas para que pervivan. Es imprescindible construir un nuevo modelo de producción en el que los trabajadores dejen de ser un recurso para convertirse en claro objetivo empresarial. Son muchas las empresas que ya andan en esta dirección.
Antes, solo nos escuchaban los trabajadores, que nos remitían con razón a que habláramos con sus jefes. Ahora son también los empresarios con valores los que nos escuchan, e intuyen que podemos serles útiles. Ayudémosles a que lo descubran. En este proceso de descubrimiento que cuido que se produzca en las organizaciones a mi alcance, y en el que suelo hablar poco de obligaciones reglamentarias y más de indicadores empresariales de eficacia, utilizo y recomiendo el Modelo de Excelencia empresarial EFQM, que nos permite conocer la cultura de empresa en la que nos encontramos. Pues bien, este Modelo de evaluación de la Excelencia en términos de sostenibilidad empresarial, en su profunda revisión de este año 2010 ha incorporado de manera transversal y con especial énfasis la prevención de riesgos laborales y la atención a las personas y sus condiciones de trabajo.
Tal Modelo de aplicación universal nos debe ayudar enormemente a diagnosticar dónde estamos, a marcar juntos un futuro, y a medir el éxito del proceso de cambio con nuestro aporte preventivo. Creo que habríamos de celebrarlo.
Ah! Y perdonen el juego de palabras del título. No somos ni ilusos ni ilusionistas, simplemente somos prevencionistas ilusionados, aunque muchos todavía no sepan muy bien a lo que nos dedicamos.
viernes, 27 de agosto de 2010
Resultados en disminución de accidentes del trabajo al aumentar la conducta segura
La estrategia seguida por los psicólogos de la conducta dirigida al aumento de la conducta segura en el trabajo, como la mejor forma de prevenir los accidentes laborales, muestra positivos resultados desde hace más de 30 años.
Después de todo éstos son resultados razonables y esperables. Dado que los propios Técnicos de Seguridad a nivel global señalan que entre el 80% y el 95% de los accidentes de trabajo se deben al comportamiento humano, resulta de total lógica emplear los recursos de la ciencia de la conducta en su prevención. Es decir, la Psicología de la Prevención más que la Ingeniería de la Prevención, logrará mejores resultados preventivos, si se es coherente con la afirmacion anterior sobre las causas de los accidentes.
Como ejemplo, se exponen los resultados obtenidos en diferentes fábricas de diversos paises americanos. En esta se empleó el Método PREMAC, (Prevención Mediante Autocontrol) método original y propiedad de PERSIST LTD
Para este breve analisis seleccionamos cuatro empresas de la región americana. Podemos resumir la experiencia en los siguientes comentarios:
1. Estas empresas mostraban una tendencia decreciente en el número de accidentes desde hace varios años.
2. Esta tendencia se acelera desde 2008, el año en que se inició en ellas el trabajo con el PREMAC.
3. El descenso en los accidentes es muy alto a partir del año 2008, continúa el 2009 y el 2010. (Desde 40% a 100% de reducción de accidentes en el trabajo.)
4. En contraste, en empresas similares (en tipo de actividad, n de trabajadores, nivel educacional y otras variables) donde se inició el trabajo con PREMAC pero su implantación hasta ahora ha sido menor, la reducción de accidentes no ha sido tan significativa.
5. Se ha observado una percepción transversal y concurrente en las diversas empresas, sobre el aporte de este Método y se reconoce su contribución critica para el fortalecimiento de la conducta segura.
(Ver Fig. 1).
b) el contraste señalado en el punto 4, le atorga cierta validez externa a los resultados obtenidos, porque las empresas similares, pueden ser consideradas un grupo control natural.
c) Uno de los factores de éxito esta constituido por los seguimientos y la frecuencia de éstos que el Método considera.
(Para saber mas de Metodo PREMAC visite http://metodopremac.blogspot.com; o consulte a capacitacion@persist.cl ) Disponible en castellano, portugues e inglés.
Después de todo éstos son resultados razonables y esperables. Dado que los propios Técnicos de Seguridad a nivel global señalan que entre el 80% y el 95% de los accidentes de trabajo se deben al comportamiento humano, resulta de total lógica emplear los recursos de la ciencia de la conducta en su prevención. Es decir, la Psicología de la Prevención más que la Ingeniería de la Prevención, logrará mejores resultados preventivos, si se es coherente con la afirmacion anterior sobre las causas de los accidentes.
Como ejemplo, se exponen los resultados obtenidos en diferentes fábricas de diversos paises americanos. En esta se empleó el Método PREMAC, (Prevención Mediante Autocontrol) método original y propiedad de PERSIST LTD
Para este breve analisis seleccionamos cuatro empresas de la región americana. Podemos resumir la experiencia en los siguientes comentarios:
1. Estas empresas mostraban una tendencia decreciente en el número de accidentes desde hace varios años.
2. Esta tendencia se acelera desde 2008, el año en que se inició en ellas el trabajo con el PREMAC.
3. El descenso en los accidentes es muy alto a partir del año 2008, continúa el 2009 y el 2010. (Desde 40% a 100% de reducción de accidentes en el trabajo.)
4. En contraste, en empresas similares (en tipo de actividad, n de trabajadores, nivel educacional y otras variables) donde se inició el trabajo con PREMAC pero su implantación hasta ahora ha sido menor, la reducción de accidentes no ha sido tan significativa.
5. Se ha observado una percepción transversal y concurrente en las diversas empresas, sobre el aporte de este Método y se reconoce su contribución critica para el fortalecimiento de la conducta segura.
(Ver Fig. 1).
(Esta gráfica incluye una empresa no-americana donde se está iniciando el trabajo con el Método).
Comentarios:
a) Por supuesto estas importantes reducciones en los accidentes no son solo producto de la acción del PREMAC, pero en el conjunto de las acciones preventivas de los paises americanos involucrados en este trabajo, parece razonable pensar, desde la perspectiva de los datos, que el Método jugó un papel relevante.b) el contraste señalado en el punto 4, le atorga cierta validez externa a los resultados obtenidos, porque las empresas similares, pueden ser consideradas un grupo control natural.
c) Uno de los factores de éxito esta constituido por los seguimientos y la frecuencia de éstos que el Método considera.
(Para saber mas de Metodo PREMAC visite http://metodopremac.blogspot.com; o consulte a capacitacion@persist.cl ) Disponible en castellano, portugues e inglés.
sábado, 12 de junio de 2010
Prevencion de seismos y prevencion de riesgos
Si bien es cierto existe gran diferencia, especialmente en los efectos, entre un accidente laboral y un seismo, las fases previas, dedicadas a prevenir o aminorar los daños, experimentan similares dificultades. Entre ellas, la incredulidad de los receptores de la acción preventiva, la indiferencia de quienes son los responsables, la desidia de los encargados de la vigilancia, la escasa asignacion de recursos y otras similares.
Hace unos meses, en febrero de 2010, un fortisimo terremoto asoló Chile. Posteriormente grandes olas, es decir un tsunami, afectó con fuerza una parte de las costas del país. Actualmente el progreso cientifico aun no es lo suficientemente preciso para predecir estos eventos, pero suele facilitar una ventana, todavia excesivamente grande, para indicar un periodo de posible ocurrencia de un seismo.
En el caso comentado, tres años antes, un completo estudio cientifico habia mencionado la posibilidad de ocurrencia de este fenomeno, indicando con bastante precision su intensidad y localización. Desafortunadamente, todo parece indicar que ninguno de los supuestos responsables leyo dicho estudio, o si lo leyó, no entendió que debía efectuar algunas acciones preventivas, o si intentó hacerlo se encontró con la indiferencia de la administración o de la supuesta falta de recursos.
Los terremos no matan personas. Son las construcciones deficientes las que lo hacen. Si bien, en este caso, el pais afectado tiene normas de construcción antisismicas muy precisas, la codicia de algunos empresarios pudo más en algunas construcciones, felizmente pocas. Esta conducta fue facilitada por la escasa fiscalización y por la ambiguedad de algunas regulaciones.
El caso de los uniformados encargados de controlar el territorio maritimo, fue particularmente grave. Mostraron impericia, falta de preparación y conocimientos. Desidia en todo caso. A pesar de ello el maximno responsable de estas tareas, casi las unicas que esta gente realiza, aun continua en su cargo y el unico que fue despedido hasta ahora, fue un uniformado subordinado de menor rango. Es de esperar que las investigaciones y las demandas judiciales actualmente en curso consigan sanciones fuertes y que resulten ejemplificadoras. La prevencion y las personas se lo agradecerán.
No menor responsabilidad tienen otros uniformados incapaces de mantener un minimo nivel de comunicaciones con el territorio afectado. El asunto es tan grave y han sido tan poco analizado porque al parecer impera una politica de respeto por ciertas vacas sagradas, aunque su responsabilidad, en este caso sea muy clara para la opinion pública.
Considerando las dificultades de la prevención de los seismos y la incapacidad de los agentes encargados de ésta, para aminorar sus efectos, es conveniente, desde el punto de vista preventivo, obtener algunas lecciones practicas de esta experiencia para el futuro.
En primer lugar es conveniente aprender que en el caso de un fuerte seismo, Ud. estará solo. La administracion y sus agentes son incapaces ahora y nada nos permite pensar que la situacion sera mejor en el futuro, que al menos durante las primeras 72 horas, Ud. debera arreglarselas por su cuenta. Para ello recurra a las paginas de internet que ofrecen listas de objetos necesarios para estas emergencias. (Agua, linternas, radio portatil, baterías y otras similares. (emergency kit).
En segundo lugar, presione a sus legisladores para que dicten normas antisimicas más estrictas para la construccion de hospitales, escuelas, cárceles, edificios publicos y policiales.
En segundo lugar, presione a sus legisladores para que dicten normas antisimicas más estrictas para la construccion de hospitales, escuelas, cárceles, edificios publicos y policiales.
Pida en la escuela a la que asisten sus hijos que enseñen educación sismica. Es decir, aprender porque, como, donde y cuando se producen estos seismos en forma gráfica, sencilla y amigable. Se trata de fenomenos naturales, como tambien lo es la lluvia por ejemplo, aunque su intensidad y efectos son diferentes. Cuando las personas conocen la racionalidad de las cosas, pueden manejar mejor las emociones negativas que producen un evento de estas características. Es decir, es más dificil que pierdan el control en una situacion como ésta.
Durante el seismo, puede recurrir a buscar refugio en el llamado triangulo de vida, es decir, el espacio justo junto a su cama. Además, la psicología sugiere que contar de treinta hasta uno le ayudará a controlar la ansiedad. Respire profundo mientras pone su mano en el abdomen. Para que la respiracion sea tranquilizadora su abdomen debe subir y bajar ritmicamente.
Procure que su propiedad se encuentre asegurada contra seismos e incendio, en una compañía responsable. Si es asi, esta situación le proporcionará tambien cierta tranquilidad, especialmente despues de ocurrido el seismo.
Haga de la prevención una forma de vida. No es temor o vivir atemorizado. Es prepararse para enfrentar lo que ya se sabe, no resulta tan inesperado.
martes, 22 de diciembre de 2009
Fiestas de Fin de Año 2009 con Seguridad
El Gerente de Sustentabilidad de la Vicepresidencia Corporativa de Proyectos de CODELCO D. Juan Miranda de Luca, junto con elaborar una serie de recomendaciones prácticas de Seguridad para disfrutar de las fiestas de fin de año con Seguridad, ha compartido algunas de ellas con nosotros:
Por ejemplo, si ha bebido no conduzca por ningun motivo. Su familia y Ud. dependen de su completa capacidad para conducir no se engañe.
- Si prepara fuego para asados aleje a los niños a lugares distantes.
- Use el cuchillo siempre en direccion opuesta a su cuerpo.
Revise su vehiculo antes de salir especialmente el repuesto y los frenos.
Lleve un botiquin con vendas, agua oxigenada, pomada para picaduras, sal de frutas y aspirinas como minimo. (Povidona, Butasin)
Lleve agua potable en el coche. Si por emergencia necesita consumir otra agua, agregue una cucharita de cloro cada 10 lts.
Si esta cansado no conduzca.
Cuidado con los fuegos artificiales son hermosos pero extremadamente peligrosos.
Copie (respalde) los numeros de su celular. Son lo mas util del equipo por si lo pierde.
Coma carne en trozos pequeños evite atragantarse.
Apague bien el fuego si ha estado en campamento, cuando se retire.
Practique su autocontrol para regular sus emociones, su paciencia al conducir y el exceso de tentaciones de comida y bebida.
sábado, 14 de noviembre de 2009
Felicidad y Trabajo
En el último tiempo la palabra "felicidad" ha devenido en un conjunto de usos, de los cuales el medio empresarial no ha estado ajeno. No es la única expresión de uso habitual, positivo y simpático que sigue el mismo camino para acceder a las organizaciones. Por ejemplo, algunos administradores siguen creyendo que realizar supuestas reuniones o actividades al aire libre, (outdoor) les denominan, podría tener efectos beneficiosos sobre el trabajo en equipo o sobre la "motivación" (una palabra excesivamente manoseada y de casi inútil definición en el medio cientifico actualmente).
Otros, más imaginativos aún, contratan a comediantes, payasos o humoristas para dictar charlas en las empresas sobre, otra vez, la motivación para el trabajo. También hay quienes, llevados por entusiasmo merecedor de mejores propósitos, participan de la idea que una atractiva obra de teatro podría motivar a la gente a vender más o a comportarse en forma segura y evitar accidentes.
Como suele decirse hay dos noticias al respecto: una mala y otra buena. La mala noticia es que ninguna de estas acciones resiste un análisis serio, puede ser evaluada en resultados o logra algún tipo de cambio conductual. Mas claramente, no hay ningún estudio que respalde la idea, que un grupo de oficinistas tirando de la cuerda, o haciendo rafting trabajará mejor como equipo, el lunes de la semana siguiente. Hace muchos años que estas prácticas se abandononaron por sus creadores. Una cosa es que las personas se lo pasen bien en un paseo campestre, a lo cual nadie puede oponerse y otra cosa es el trabajo. De alli que resulta sorprendente que alguna entidad oficial contribuya al financiamiento de estas excursiones como si éstas fuesen de verdad, capacitación o formación.
Siguiendo con las malas noticias, tampoco hay indicios o datos que respalden que un humorista sea capaz de motivar a nadie en la empresa. Sus honorarios estan aproximadamente alrededor de 8.500 dólares estadounidenses, pero nadie evalúa el supuesto ROI de estas actividades.
De nuevo, que la gente se lo pase bien es una cosa. Que se "motiven" por ello es algo muy distinto y otra vez aqui, como en el teatro de la capacitacion o formación, es lamentable decirlo pero no hay datos, no hay información alguna que permita afirmar que estas actividades sean útiles para los objetivos que ellas ofrecen. Estamos entonces, trabajando al azar, improvisando, solucionando problemas puntuales o siguiendo corrientes de actualidad. Buscamos soluciones más bien a oscuras o haciendo lo que parece que le resultó al vecino.
La buena noticia es buena, pero breve. Algunos elementos empleados en las prácticas antes comentadas pertenecen al ámbito de la psicologia de la conducta, especificamente al análisis de conducta aplicado. De allí podría decirse que "algo" podria resultar o que "algo queda". Pero el asunto de fondo permanece porque estos pocos elementos que apuntan a inducir cambios de conducta, se encuentran dispersos, no siguen un programa sistemático con objetivos claros y medibles. Como todo buen administrador sabe, lo que no se puede medir no existe. Y si no existe no se puede administrar.
Con la felicidad el asunto es inclusive, y si se quiere, más serio aun. No solo por la cantidad de recursos que se dilapidan sin saber muy bien para que, sino porque el asunto puede afectar a las personas y a su salud psicológica. No porque alguien piense que si no es feliz trabajando será despedido sino y especialmente, porque alguien puede considerarse infeliz, en un contexto en el que se supone debe ser feliz y ello afecta decidimente su bienestar.
La felicidad es un concepto, bastante de moda, y es filosófico más que psicológico y como tal ampliamente controvertido. No existe una definicion única de felicidad. De alli que la idea segun la cual la felicidad esta en el trabajo resulta extravagante e ilusoria. Nadie puede ser feliz todo el tiempo y la neurociencia ha mostrado diferentes hallazgos que desmienten una serie de creencias y mitos del sentido, supuestamente común, sobre la felicidad. Por ejemplo, hoy se sabe que el desánimo puede ser creativo. Sin embargo, si no se estudia seriamente este asunto con los especialistas y se sigue creyendo que para motivar a la gente ésta debe ser feliz, o a la inversa que aqui cabe todo, se podría llegar al disparate de crear una gerencia de la felicidad en la empresa.
Los datos muestran que una elevada satisfacción en el trabajo o un buen clima laboral solo se correlacionan en 0.40 (r de Pearson) con la productividad. Es decir, casi no existe relación o ésta no es significativa.
¿Porqué ocurre todo esto a espaldas de los especialistas o frente a su indiferencia?. Parte de la responsabilidad por todas estas prácticas equivocadas es de los profesionales de la conducta, los psicólogos del trabajo, que no terminan de asumir plenamente su rol de cambio en las organizaciones y emplear para alcanzar los cambios y las mejoras necesarias, los instrumentos cientificos de la ciencia de la conducta. Y el resultado es que esta clara necesidad de cambio y mejora de las conducta de las personas y su rendimiento en las organizaciones, ante la falencia de los especialistas, cae en manos de personas probablemente bien intencionadas pero cuyo desconocimiento del análisis de conducta aplicado les deja muy cerca de la charlatanería.
Desde los experimentos Hawthorne, realizados en la década de los veinte (del siglo pasado) que los psicólogos de empresa conocen los principios de conducta que gerentes y jefaturas bien informados, y sin necesidad de convertirse en payasos, pueden aplicar para dirigir a sus colaboradores hacia un trabajo eficiente y que les haga experimentar sentimientos de logro y bienestar, como producto del trabajo bien hecho. En nuestro reciente libro (2008) explicamos los resultados que se obtienen cuando se aplican los conocimientos obtenidos experimentalmente en el laboratorio a las organizaciones. Aunque en ese texto no hay salidas outdoor ni teatro se demuestra con datos obtenidos con nuestro trabajo en diferentes países, que en el trabajo se puede alcanzar la excelencia y también el bienestar cuando éste está dirigido por gerentes competentes en conducta humana. Si Ud. quiere hacerlo, a esa grata sensación puede llamarle felicidad.
Otros, más imaginativos aún, contratan a comediantes, payasos o humoristas para dictar charlas en las empresas sobre, otra vez, la motivación para el trabajo. También hay quienes, llevados por entusiasmo merecedor de mejores propósitos, participan de la idea que una atractiva obra de teatro podría motivar a la gente a vender más o a comportarse en forma segura y evitar accidentes.
Como suele decirse hay dos noticias al respecto: una mala y otra buena. La mala noticia es que ninguna de estas acciones resiste un análisis serio, puede ser evaluada en resultados o logra algún tipo de cambio conductual. Mas claramente, no hay ningún estudio que respalde la idea, que un grupo de oficinistas tirando de la cuerda, o haciendo rafting trabajará mejor como equipo, el lunes de la semana siguiente. Hace muchos años que estas prácticas se abandononaron por sus creadores. Una cosa es que las personas se lo pasen bien en un paseo campestre, a lo cual nadie puede oponerse y otra cosa es el trabajo. De alli que resulta sorprendente que alguna entidad oficial contribuya al financiamiento de estas excursiones como si éstas fuesen de verdad, capacitación o formación.
Siguiendo con las malas noticias, tampoco hay indicios o datos que respalden que un humorista sea capaz de motivar a nadie en la empresa. Sus honorarios estan aproximadamente alrededor de 8.500 dólares estadounidenses, pero nadie evalúa el supuesto ROI de estas actividades.
De nuevo, que la gente se lo pase bien es una cosa. Que se "motiven" por ello es algo muy distinto y otra vez aqui, como en el teatro de la capacitacion o formación, es lamentable decirlo pero no hay datos, no hay información alguna que permita afirmar que estas actividades sean útiles para los objetivos que ellas ofrecen. Estamos entonces, trabajando al azar, improvisando, solucionando problemas puntuales o siguiendo corrientes de actualidad. Buscamos soluciones más bien a oscuras o haciendo lo que parece que le resultó al vecino.
La buena noticia es buena, pero breve. Algunos elementos empleados en las prácticas antes comentadas pertenecen al ámbito de la psicologia de la conducta, especificamente al análisis de conducta aplicado. De allí podría decirse que "algo" podria resultar o que "algo queda". Pero el asunto de fondo permanece porque estos pocos elementos que apuntan a inducir cambios de conducta, se encuentran dispersos, no siguen un programa sistemático con objetivos claros y medibles. Como todo buen administrador sabe, lo que no se puede medir no existe. Y si no existe no se puede administrar.
Con la felicidad el asunto es inclusive, y si se quiere, más serio aun. No solo por la cantidad de recursos que se dilapidan sin saber muy bien para que, sino porque el asunto puede afectar a las personas y a su salud psicológica. No porque alguien piense que si no es feliz trabajando será despedido sino y especialmente, porque alguien puede considerarse infeliz, en un contexto en el que se supone debe ser feliz y ello afecta decidimente su bienestar.
La felicidad es un concepto, bastante de moda, y es filosófico más que psicológico y como tal ampliamente controvertido. No existe una definicion única de felicidad. De alli que la idea segun la cual la felicidad esta en el trabajo resulta extravagante e ilusoria. Nadie puede ser feliz todo el tiempo y la neurociencia ha mostrado diferentes hallazgos que desmienten una serie de creencias y mitos del sentido, supuestamente común, sobre la felicidad. Por ejemplo, hoy se sabe que el desánimo puede ser creativo. Sin embargo, si no se estudia seriamente este asunto con los especialistas y se sigue creyendo que para motivar a la gente ésta debe ser feliz, o a la inversa que aqui cabe todo, se podría llegar al disparate de crear una gerencia de la felicidad en la empresa.
Los datos muestran que una elevada satisfacción en el trabajo o un buen clima laboral solo se correlacionan en 0.40 (r de Pearson) con la productividad. Es decir, casi no existe relación o ésta no es significativa.
¿Porqué ocurre todo esto a espaldas de los especialistas o frente a su indiferencia?. Parte de la responsabilidad por todas estas prácticas equivocadas es de los profesionales de la conducta, los psicólogos del trabajo, que no terminan de asumir plenamente su rol de cambio en las organizaciones y emplear para alcanzar los cambios y las mejoras necesarias, los instrumentos cientificos de la ciencia de la conducta. Y el resultado es que esta clara necesidad de cambio y mejora de las conducta de las personas y su rendimiento en las organizaciones, ante la falencia de los especialistas, cae en manos de personas probablemente bien intencionadas pero cuyo desconocimiento del análisis de conducta aplicado les deja muy cerca de la charlatanería.
Desde los experimentos Hawthorne, realizados en la década de los veinte (del siglo pasado) que los psicólogos de empresa conocen los principios de conducta que gerentes y jefaturas bien informados, y sin necesidad de convertirse en payasos, pueden aplicar para dirigir a sus colaboradores hacia un trabajo eficiente y que les haga experimentar sentimientos de logro y bienestar, como producto del trabajo bien hecho. En nuestro reciente libro (2008) explicamos los resultados que se obtienen cuando se aplican los conocimientos obtenidos experimentalmente en el laboratorio a las organizaciones. Aunque en ese texto no hay salidas outdoor ni teatro se demuestra con datos obtenidos con nuestro trabajo en diferentes países, que en el trabajo se puede alcanzar la excelencia y también el bienestar cuando éste está dirigido por gerentes competentes en conducta humana. Si Ud. quiere hacerlo, a esa grata sensación puede llamarle felicidad.
lunes, 19 de octubre de 2009
Aprender sin entrenar
Hace algunos años, un siniestro laboral de importancia causó el deceso de dos técnicos y un trabajador, además de importantes lesiones en otras dos personas. Las pérdidas de producción fueron muy elevadas, cercanas a los cien millones de dólares.
Uno de los resultados más impactantes de la investigacion posterior realizada, fue que los trabajadores carecían de la capacitacion o entrenamiento necesario para operar los equipos destruidos.
¿cómo habian aprendido estos trabajadores a trabajar sin entrenamiento?
El estudio llevado a cabo por PERSIST posteriormente, obtuvo varias respuestas, las que probablemente son comunes a las situaciones en las que se pone a las personas a operar sin mayor preparación. Esta situación, por insólita que parezca, es todavía muy frecuente. Algunos directivos o jefes parecen creer que la gente es adivina.
Entre las respuestas obtenidas a la preguntas porque no aprendí o cómo aprendi a trabajar, se encuentran las siguientes,
Falta de interés de la empresa hacia nosotros.
Solo capacitan a los mas amigos de los jefes.
Echando a perder se aprende...
Aprendi mirando a los demás...
Preguntando a los otros más antiguos. (que no siempre respondian lo adecuado).
Solo van los jefes a los cursos.
Gracias a la buena voluntad de los compañeros.
Intruseando, haciendo mucha práctica (76,9%)
Cabe señalar aquí, dos puntos importantes. a) hasta un 38,4% de los trabajadores habian pedido cursos antes del accidente; y b) la neurociencia ha demostrado que no es cierto que echando a perder se aprenda, en realidad, se aprende haciendo las cosas bien y más aún si se recibe reconocimiento externo por ello.
El desinterés profesional de los directivos y jefes se disfrazaba de falta de recursos (tiempo, numero de interesados, temores, lugar y otros) pero era experimentado por los trabajadores como desprecio, discriminación o falta de consideración por el trabajo que realizaban.
En este caso, la mayoría de los trabajadores, nunca habían asistido a un curso de entrenamiento
Actualmente la respuesta del sistema es todavía débil. Si bien existe la franquicia tributaria para la formación en la empresa, esta es de un monto menor y lo que es aún más limitante para la capacitación o formación en la empresa, es la falta de obligatoriedad legal para el uso de esta franquicia lo que evitaría que las empresas pasen por alto la verdadera responsabilidad social. (RS)
Esta última acción huele a marketing cuando se habla de RS sin haber cubierto la educación continuada de sus trabajadores. Ya no digamos cuando además se emplea el facil recurso del Best Place to Work, otra estratagema de marketing. La empresa que prefiere la supuesta visibilidad comercial de estas acciones, por sobre el trabajo serio en capacitacion o entrenamiento de su gente, se expone a situaciones tan graves como las que inció este comentario.
Finalmente, tan grave es no realizar acciones de capacitacion o formacion en el trabajo, como hacerlas una vez y creer que se resuelven los problemas casi para siempre. Nada mas alejado de la realidad. Esta es cambiante y supone permanentemente nuevos desafíos.
El otro extremo tampoco es aconsejable, es decir, creer que un curso o un par de cursos soluciona todos o casi todas las dificultades derivadas de los recursos humanos. En el caso de los cambios de conducta que la empresa requiere, el curso solo representa un input para ese cambio, pero se requerirá de un programa de continuidad para lograr que los cambios de conducta efectivamente ocurran. La Psicología de la conducta dispone de los recursos metodológicos, practicos y aplicables por los propios supervisores, para asegurar estos cambios, cada vez que ellos sean necesarios.
Uno de los resultados más impactantes de la investigacion posterior realizada, fue que los trabajadores carecían de la capacitacion o entrenamiento necesario para operar los equipos destruidos.
¿cómo habian aprendido estos trabajadores a trabajar sin entrenamiento?
El estudio llevado a cabo por PERSIST posteriormente, obtuvo varias respuestas, las que probablemente son comunes a las situaciones en las que se pone a las personas a operar sin mayor preparación. Esta situación, por insólita que parezca, es todavía muy frecuente. Algunos directivos o jefes parecen creer que la gente es adivina.
Entre las respuestas obtenidas a la preguntas porque no aprendí o cómo aprendi a trabajar, se encuentran las siguientes,
Falta de interés de la empresa hacia nosotros.
Solo capacitan a los mas amigos de los jefes.
Echando a perder se aprende...
Aprendi mirando a los demás...
Preguntando a los otros más antiguos. (que no siempre respondian lo adecuado).
Solo van los jefes a los cursos.
Gracias a la buena voluntad de los compañeros.
Intruseando, haciendo mucha práctica (76,9%)
Cabe señalar aquí, dos puntos importantes. a) hasta un 38,4% de los trabajadores habian pedido cursos antes del accidente; y b) la neurociencia ha demostrado que no es cierto que echando a perder se aprenda, en realidad, se aprende haciendo las cosas bien y más aún si se recibe reconocimiento externo por ello.
El desinterés profesional de los directivos y jefes se disfrazaba de falta de recursos (tiempo, numero de interesados, temores, lugar y otros) pero era experimentado por los trabajadores como desprecio, discriminación o falta de consideración por el trabajo que realizaban.
En este caso, la mayoría de los trabajadores, nunca habían asistido a un curso de entrenamiento
Actualmente la respuesta del sistema es todavía débil. Si bien existe la franquicia tributaria para la formación en la empresa, esta es de un monto menor y lo que es aún más limitante para la capacitación o formación en la empresa, es la falta de obligatoriedad legal para el uso de esta franquicia lo que evitaría que las empresas pasen por alto la verdadera responsabilidad social. (RS)
Esta última acción huele a marketing cuando se habla de RS sin haber cubierto la educación continuada de sus trabajadores. Ya no digamos cuando además se emplea el facil recurso del Best Place to Work, otra estratagema de marketing. La empresa que prefiere la supuesta visibilidad comercial de estas acciones, por sobre el trabajo serio en capacitacion o entrenamiento de su gente, se expone a situaciones tan graves como las que inció este comentario.
Finalmente, tan grave es no realizar acciones de capacitacion o formacion en el trabajo, como hacerlas una vez y creer que se resuelven los problemas casi para siempre. Nada mas alejado de la realidad. Esta es cambiante y supone permanentemente nuevos desafíos.
El otro extremo tampoco es aconsejable, es decir, creer que un curso o un par de cursos soluciona todos o casi todas las dificultades derivadas de los recursos humanos. En el caso de los cambios de conducta que la empresa requiere, el curso solo representa un input para ese cambio, pero se requerirá de un programa de continuidad para lograr que los cambios de conducta efectivamente ocurran. La Psicología de la conducta dispone de los recursos metodológicos, practicos y aplicables por los propios supervisores, para asegurar estos cambios, cada vez que ellos sean necesarios.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)